¿Qué tanto conoces sobres los tacos?
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El taco es universal. Es un símbolo de la mexicanidad, a través de él nos identificamos como mexicanos, pero también es una obra que viaja, se expande y se adapta a cualquier cultura y sociedad. El taco es de todos. El taco es una manera de pensar la comida.
El taco es quizá una de las recetas más antiguas de la humanidad. Nos gusta pensar en tacos, por eso, aquí hay algunos datos curiosos del taco que demuestran que taquear es una de las mejores formas de comer.
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Nadie sabe ni sabrá quién comió el primer taco de la historia, pero seguramente nació cuando nació la tortilla, pues esta siempre ha sido una “cuchara comestible”. Esto, seguramente, sucedió entre 1000 y 500 a.C.
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Salvador Novo relata que hubo “carnitas en taco, con tortillas calientes” en el banquete triunfal de Hernán Cortés durante la Conquista.
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Otro de los datos curiosos del taco es que no se sabe cuándo ni quién comenzó a llamarle taco al taco, pero hay algunas menciones en la literatura. Por ejemplo: en Los bandidos de Río Frío, de Manuel Payno, se describe esta escena: “La mayor parte de las familias, al aire libre, formando grupos alegres y con un apetito devorador, arrancando con los dientes los fragmentos sabrosos de una pierna asada de cabra; y los chicos brincando, con sus tacos de tortilla con aguacate en la mano.”
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Las taquerías existen (según registros) desde finales del siglo XIX, aunque no como las conocemos actualmente sino como puestitos ambulantes.
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En la época del Porfiriato los tacos eran considerados comida de las clases bajas, las clases altas consumían pan, no maíz, como en el Viejo Mundo (aunque el taco se ha colado en todas las mesas, de una manera u otra, sin distinguir estratos sociales).
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Las taquerías proliferaron en todo el país durante la Revolución, pues era un buen recurso para alimentar a las tropas.
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Una de las taquerías más antiguas de la que se tiene registro es Taquería Beatriz, fundada en 1907 por Beatriz Muciño Reyes. Dicen que todo mundo comió de esos tacos, desde Porfirio Díaz hasta Emiliano Zapata (quien, además, pedía tacos para su caballo) y Victoriano Huerta. Se ubicaba en lo que hoy es la calle de Venustiano Carranza, aunque después se cambió a la esquina de Uruguay y Bolívar. Este es uno de los datos curiosos del taco más entrañables.
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Desde que existen, las taquerías diurnas, por lo general y con excepciones, eran atendidas por mujeres y vendían tacos de guisado; mientras que las taquerías nocturnas eran territorio de los hombres y los tacos de menudencias de carnes.
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El primer taco en venderse, como tal, en la Ciudad de México fue el taco de canasta (nacido en las regiones mineras de Hidalgo y Guanajuato).
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En el Entonces Distrito Federal, las taquerías comenzaron a considerarse comercio formal hasta 1918.
